Desde el siglo XVII y las apariciones de Santa Ana en Yvon Nicolazic, miles de peregrinos acuden cada año a Santa Ana de Auray. Como signo de devoción, son muchos los que ofrecen un regalo a la santa para pedir su ayuda, o para darle las gracias.
Regalos de emperatriz o de peregrino más humilde, estos objetos, llamados ex-voto, hacen la riqueza y la originalidad de las colecciones de Sainte-Anne-d'Auray.
Habitualmente presentados en la Galería del Claustro, pinturas, esculturas, trajes tradicionales bretones, orfebrería, estampas, maquetas de barcos y otros objetos cotidianos se desvelarán este año en la forma de un recorrido fotográfico muy detallado, de muy alta calidad.