Visita guiada de las cuevas de Maxange
Las Cuevas de Maxange, en el valle de Dordogne son sorprendentes a más de un título.
De parte su historia ya, que no es común. En 1984, Angel Caballero decide recuperar la empresa familiar, una carrera de piedra abierta por su padre Maximilien en 1960 sobre el municipio del Matorral de Cadouin. 16 años más tarde, en 2000, Angel percibe una falla extraña en el acantilado. Él todavía no lo sabe sino esta falla va a cambiar su vida y la de su familia.
Después de unas semanas de vacilación, él decide infiltrarse por este agujero misterioso. Después de unos metros solamente de progresión difícil, una galería pasmosa se ofrece a sus ojos. Somos el 15 de agosto de 2000.
También de por su diversidad excepcional en concrétionnement.
Estalactitas, estalagmitas, numerosos tableros de aragonite que recobran paredes enteras, son fistulosos de una finura extrema están en la cita.
Pero lo que salta a la vista, es esta profusión única de cristalizaciones raras dichas "excéntricas", que desafían literalmente las leyes de la gravedad. Habitualmente observados por pequeñas cantidades, los(las) contemplamos aquí por millares sobre cerca de 90 metros.
Después de una reflexión larga, Angel decide hacer todo para hacer este lugar único accesible a todos. Pero transformar una carrera en sitio de acogida al público no es cosa fácil. Harán falta cerca de 2 años trabajos(obras) para disponer los exteriores y devolver el interior accesible.
En 2009, una nueva galería está abierta a la visita pero todo todavía no ha sido explorado y gustamos creer que nuevos descubrimientos hay que venir.
En 2013, el Estado decide clasificar a Maxange para su carácter geológico y pintoresco y el guía Michelin le atribuyó dos estrellas.
Hoy, Maxange es un sitio que regocija pequeños y grandes y que es reconocido como el que como es uno de las más bellas cueva a concreción de Francia.