El dominio de Chaalis es un destino de elección para los amantes del patrimonio, el arte y la historia. De esta antigua abadía real fundada en el siglo XII subsisten todavía las ruinas de la iglesia y del claustro góticos, la capilla y su excepcional decoración de frescos renacentistas y el imponente edificio conventual del siglo XVIII. Vendido durante la Revolución, y luego restaurado por varios propietarios en el siglo XIX, la finca se convierte, en 1902, en propiedad de Nélie Jacquemart-André, que reúne una colección de cerca de 6000 obras de arte. A su muerte, en 1912, lega Chaalis y su hotel parisino al Instituto de Francia, que desde entonces se dedica a conservar y restaurar este patrimonio excepcional. Un museo dedicado a Jean-Jacques Rousseau y una rosaleda, clasificada como «Jardín notable», completan hoy este conjunto.