Visitar Bonnefont es también descubrir o redescubrir la fabulosa historia de la orden cisterciense y su huella en la vida local. En un principio, estos monjes querían recuperar un cierto rigor y austeridad, mantenerse al margen del mundo y rehabilitar el trabajo, especialmente manual.
Muy organizado, la orden creada en 1098 no deja de multiplicarse. Fundada en 1136, Bonnefont forma parte de las primeras generaciones de abadías cistercienses. Su desarrollo llevará localmente a la creación de numerosas bastidas como Boussens, Carbonne o Plaisance-du-Touch. En su iglesia fueron enterrados varios condes de Comminges.
En su apogeo, es decir, en el siglo XIII, la abadía de Bonnefont contaba con 10.000 hectáreas de tierra y cerca de 200 monjes y convers... contra 7 en la Revolución. Las razones de este auge y declive son múltiples y emocionantes, ¡la visita guiada de los restos le permitirá saber más!