La propietaria, que enseña el Ikebana (arte floral japonés) desde hace 35 años, ha diseñado su pequeño jardín de ciudad inspirándose en particular en los jardines visitados, los paisajes naturales vistos durante sus viajes a Japón pero también en los principios fundamentales del Ikebana (equilibrio de las formas, armonía de los colores, noción del vacío...). Muchas variedades de plantas, pero en pequeñas cantidades, crecen alegremente al natural. Un pequeño rincón "infusión y charla" será preparado para la ocasión.