En el momento de la construcción de la Capilla Expiatoria a principios del siglo XIX, el barrio de la Madeleine todavía está poco urbanizado. Construido alrededor de un terraplén de tierra del antiguo cementerio, el monumento domina la vecindad hecha de un hábitat más escaso y poco elevado. A lo largo de los años, el entorno evoluciona y se transforma para integrarse en un barrio cuya arquitectura nos cuenta la historia del siglo XIX al XX.