En el apogeo de la primavera, el bosque-jardín deleita los sentidos en una profusión de plantas y animales libres de crecer en un espacio semi-recreativo, mitad productivo.
Usted caminará al descubrimiento de esta biodiversidad, de la cual se puede admirar la riqueza cada vez mayor sin invadirla.
No verá un espacio bien peinado, dominado, corpulento, pero la serenidad de soltar. No encontrará un jardín definitivo, estético bajo todas las costuras, sino una pieza de naturaleza en evolución, cuyo futuro queda por descubrir.
Prever calzado adaptado (evitar sandalias o escarpines).