Visita al jardín y a la exposición de arte contemporáneo "Paisaje Sonoro"
Paisaje Sonoro con la participación de los artistas: Dominique Blais, Felix Blume, Virginie Cavalier, Anne Laure Cros, Christian Delécluse, Léa Dumayet, Erick Flogny, Mirna Maalouf, Bertrand Planes y Olivier Lasson, Ocoscenri, Dimitzeaudky Comisarios de Parzebon
¿Qué es el paisaje sonoro y por qué interesarse en él? ¿Cómo trabajar lo invisible como artista plástico? La exposición en los jardines del Castillo de Esquelbecq plantea este año estas cuestiones y, a través de la decena de artistas invitados, propone pistas de reflexión. Se inscribe en resonancia con dos eventos asociados: la Trienal Arte e Industria de Dunkerque titulada Calor Humano y Cita en el jardín, cita nacional sobre el tema de la musicalidad.
En nuestra sociedad de la imagen, aprendemos sobre todo a ver, raramente a escuchar. La exposición Paisaje Sonoro quiere resaltar el sentido del oído, a menudo relegado a un segundo plano. Incita a los visitantes a escuchar con atención el entorno en el que se mueven: el jardín a la flamenca, el parque paisajístico, el invernadero del huerto histórico... Les invita a sentir lo que le habita y le es específico y a echar una nueva mirada a los paisajes sonoros de su vida cotidiana. Para ello, la elección de las obras expuestas se centró en propuestas de experiencias que se relacionan con lo que las rodea y con los visitantes. Las obras deben experimentarse como fuentes sonoras (Anne-Laure Cros, Virginie Cavalier, Mirna Maalouf), revelador (Léa Dumayet), amplificador del entorno sonoro (Christian Delécluse), fragmentos de paisaje sonoro procedentes de otro lugar lejano o cercano (Felix Blume, Mirna Maalouf), personal o colectivo (Dominique Blais, Dimitri Vazemsky, Erick Flogny, Bertrand Planes y Olivier Lasson).
¿Por qué es importante prestar atención al sonido? La exposición se hace eco de una tendencia contemporánea a comprender la importancia de este sentido, ya sea en el cine o en las exposiciones de arte. Porque escuchar con atención apela a nuestro conocimiento y a nuestra memoria, así como a nuestra imaginación, libre de no apoyarse en lo que la mirada ve. Las obras expuestas revelan la capacidad de los sonidos para teletransportarse, en un lugar y un tiempo dado, recurriendo a nuestros recuerdos (Bertrand Planes y Olivier Lasson).
Aprender a escuchar La exposición ofrece tiempo para escuchar para conocer, comprender, saborear, en lugar de simplemente escuchar. Raymond Murray Schafer, cuyas investigaciones inspiraron esta exposición, habla, en su libro El paisaje sonoro* de clairaudience, de una educación que firmaría «el fin de los oídos brumosos». El visitante puede así enrollarse en una obra (Christian Delécluse, Léa Dumayer), besar un árbol (Scénocosme), sentarse alrededor de una mesa (Eric Flogny, Dimitri Vazemsky), levantar los ojos hacia la escultura (Anne-Laure Cros, Scétintnocosme, Mirna Loumaa)pasear y dejarse sorprender (Bertrand Planes y Olivier Lasson, Felix Flume).
Un enfoque ecológico
Según el antropólogo y filosofía de las ciencias Bruno Latour*, tomar conciencia de nuestro entorno, es decir, situarse, consiste en inventariar y caracterizar las interacciones que nos son indispensables, las relaciones de interdependencia con nuestro medio ambiente. La obra de Virginia Cavalier, mineral, vegetal y animal, simboliza esta interdependencia. Mientras que Anne Laure Cros da forma a lo invisible.
Tomar conciencia de los sonidos revela lo existente a preservar (animales, elementos naturales), tanto como lo que puede perturbar (circulaciones, máquinas) con el fin de comprender lo que hay que proteger. El famoso bioacústico Bernie Krause - cuyos trabajos convertidos en obras fueron expuestos en la Fundación Cartier (La Gran Orquesta de los Animales, 2012) y en la Filarmónica de París (Musicanimale, 2022) - ¿No ha constatado la desaparición de ciertas especies al descubrir la desaparición de sus sonidos en la naturaleza? «Solo una apreciación de conjunto del entorno acústico puede darnos los medios para mejorar la orquestación sonora del mundo», escribía Raymond Murray Schafer, y añadimos: y así los vínculos entre los seres y las cosas.
Las múltiples propuestas artísticas para experimentar físicamente son invitaciones a tomarse el tiempo, en el marco idílico de los jardines del castillo de Esquelbecq, a descubrir nuestro entorno sonoro, natural o artificial, y a encontrarse con obras, artistas, recuerdos y sonidos.
INFORMACIÓN PRÁCTICA Arte en el Jardín 2023 Paisaje Sonoro Del 3 de junio al 17 de septiembre Inauguración sábado 3 de junio
Cita el sábado 1 y domingo 2 de julio con motivo de la Noche de los Libros en Esquelbecq: taller, performance y encuentro
Castillo de Esquelbecq 10 Pl. Alphonse Bergerot 59470 Esquelbecq chateau-Esquelbecq.com @chateaudesquelbecq Contacto: contact@chatea-esquelbecq.com Johan Tamer-Morael: +33 (0)6 73 44 06 66