El microscópico virus coronado está decididamente bien enganchado a su trono y continúa dictando su ley. Desde el comienzo de la primavera, observamos el Jardín de la Paz reverdecer sin que nos haya sido posible acoger a sus visitantes.
El Jardín de la Paz de Bitche debería haber abierto sus puertas y entrado en su decimonovena temporada el 25 de abril. Para aquellos de ustedes que conocen a nuestros jardineros, saben que nada les detiene en su búsqueda de expresión. Al parecer, el período de confinamiento ha propiciado una vez más la maduración de sus ideas. La concreción de sus nuevas creaciones efímeras continuará este año más allá de la fecha de apertura del jardín, dejando la posibilidad de seguir la evolución y las técnicas. Por supuesto, habrá suficiente tiempo de silencio para los incondicionales de la tranquilidad del lugar.