La arquitectura se impone a todos en la vida cotidiana, tanto en el espacio público como en la intimidad. Es un arte social y político, reflejo de la sociedad que la produce, crisol de su funcionamiento y testimonio de sus aspiraciones más nobles. Siendo a la vez materia, economía y sociedad, es lógico que haya sido abordada en numerosas ocasiones en los congresos anteriores de la Federación: los, en particular, sobre el hábitat (1969), las abadías (1978), los castillos (1987 y 2003), la industria (1988), las catedrales (1996), el mundo rural (1997), los baños de mar (2001), la educación (2015), las ciudades (2022) y la lista no es exhaustiva. El congreso 2024 propone explorar el tema de la construcción y reconstrucción para sí mismo: materialidad de la arquitectura, pero también modo de producción, aspectos políticos, sociales y funcionales, relatos e imaginario.