Con frecuencia se dice que no hay imágenes en países islámicos. Sin embargo, éstas siempre han existido y forman parte desde hace siglos de la vida cotidiana de las poblaciones que, desde el Magreb hasta el Oriente Medio, se reconocen, se agrupan o se oponen en torno a estos marcadores de identificación.
Este proyecto tiene como punto de partida las importantes colecciones de cromolitografías conservadas en el Museo del Quai Branly-Jacques Chirac. Religiosas o épicas, construyen un imaginario que se extiende por las tiendas y las casas de finales del siglo XIX hasta un período reciente. Se encuentra la exacta contrapartida en las pinturas bajo vidrio (colección del MUCEM). Estos fondos, casi inéditos, abren un nuevo campo al conocimiento de la cultura de los países musulmanes.
Personajes religiosos, héroes de las luchas políticas del siglo XX pero también estrellas del cine, de la música y de la danza, o personajes de cómics, son portadores de identificación, de valores e ideales para una población que del Magreb al Medio Oriente se reconoce en el Islam, el panarabismo, las luchas de la descolonización, la defensa de Palestina o más cerca de nosotros, desean apropiarse de sus propios valores, los mecanismos de la cultura pop occidental.
La exposición se abrirá con imágenes religiosas. Destacará su particular relación con el chiísmo en torno a la figura de Ali. Una segunda parte se centrará en figuras o hechos políticos que, a finales de los años 50-60, fundan una conciencia común gracias a cómics educativos, carteles de cine. Recientemente, los artistas se han apoderado de estos fenómenos para analizarlos. Así, el vídeo de Marwa Arsanios Have you ever Killed a Bear or Becoming Jamila, 2013/2014 y la serie de Ahlam Shibli Death (Palestina, 2011-12) reviven el eco social de estas imágenes.
Entre 2006 y 2011, dos superheroínas, Malaak Angel of Peace de Joumana Medlej y Qahera de Deena Mohamed, nacen de las experiencias de las dibujantes respectivamente. La guerra civil libanesa para la primera y las manifestaciones de El Cairo en 2011 para la segunda. Lleno de humor, la tradición del teatro de sombra y Karagöz, el personaje de bufón popular portador de una mirada filosófica sobre el mundo tal como va, encuentran un eco tanto en el dibujo de prensa (Slim en Argelia) que en las aventuras desviadas de los Tarabilat de Ahmed Hijazi o en los logros recientes de la historieta egipcia (Shennawy) o libanesa (Mazen Kerbaj).
Tres diapositivas evocarán las imágenes murales religiosas y los grafitis nacidos durante los levantamientos de 2011 en Siria, Túnez y Egipto que viajaron por todo el mundo a través de las redes sociales.
Después de la exposición Marruecos: una identidad moderna que acercaba la artesanía y las obras y la enseñanza de los artistas de la Escuela de Casablanca, la IMA-Tourcoing prosigue su exploración de la cultura popular en una amplia zona cultural que va del Magreb al Oriente Medio.