Estamos en la conjunción de dos crisis: la primera es ecológica y estructural. La segunda es energética y más coyuntural, porque está relacionada con la situación geopolítica mundial. Ha llevado a cuestionar algunos de nuestros hábitos. Durante el otoño y el invierno de 2022-2023, la orden del gobierno para bajar la temperatura de calefacción en un grado provocó reacciones epidérmicas y alimentó intensos debates. Nos animan a reflexionar sobre cómo se ha construido nuestra sensibilidad al frío y al calor. Porque lejos de ser un dato puramente fisiológico, el confort térmico es fruto de una construcción histórica, cultural y social que resulta de la conjunción de múltiples factores. ¿Cómo, desde finales de la Edad Media hasta la época contemporánea, se estableció progresivamente la norma de los 20 bis C? ¿Cómo algunas experiencias contemporáneas intentan cuestionar esta norma y redefinir la "voluptuosidad térmica" (L. Heschong)?
Olivier JANDOT (Historiador, autor de la obra Las delicias del fuego. El hombre, el calor y el frío en la época moderna, Champ Vallon, 2017)