La Abadía de Silvacane, situada en el Municipio de La Roque d'Anthéron, se alza entre Luberon y la cadena de Cotes en la orilla izquierda del río Durance, vía de comunicación y camino de trashumancia.
El lugar elegido es una zona rocosa, con vistas a los pantanos durancianos, cerca de una primera casa de campo construida en el siglo XI por los monjes ponteros en un vado que cruza el río: el vado de Gontard.
Los monjes consiguen aprovechar el sitio gracias a sus conocimientos en materia de drenaje y agricultura.
Paralelamente a la valorización de nuevas tierras, las familias señoriales locales multiplican las donaciones. Bertrand des Baux comenzó la construcción de la iglesia en 1175.
Los siglos XII y XIII marcan el florecimiento espiritual y económico de Silvacane, que funda la abadía de Valsainte (diócesis de Apt). Posee cinco graneros, gestionados por los hermanos conversos, monjes que no han hecho votos, dedicándose esencialmente al trabajo manual.
El declive se inicia a finales del siglo XIII. La invasión de la Abadía por los monjes de Montmajour, la Gran Peste, las discordias civiles, la Guerra de los Cien Años, el debilitamiento de las órdenes monásticas (en parte vinculado a la aparición de la imprenta, quitando a los monjes su papel de copistas) sacudieron a Silvacane.
En 1455, la abadía fue anexada al capítulo de la catedral de Aix-en-Provence y se convirtió en la iglesia parroquial de La Roque d'Anthéron cuando se creó el pueblo en 1513.
A finales del siglo XVI, protestantes y católicos ocuparon sucesivamente la abadía. Despojada de su función religiosa, la abadía se reduce pronto al papel de canteras de piedra.
En 1742, la iglesia fue abandonada en beneficio de la de La Roque d'Anthéron.
Declarada bien nacional durante la Revolución, la abadía se transforma en explotación agrícola. La iglesia fue adquirida por el Estado en 1846 y restaurada por Revoil luego Formigé, arquitectos de los Monumentos Históricos. El conjunto, clasificado como Monumentos Históricos, fue adquirido por el Estado en 1945.
Las campañas de excavación realizadas entre 1952 y 1998 permitieron localizar los edificios anexos y emprender la restauración de las salas de la Abadía, que actualmente están abiertas a la visita. Desde enero de 2008, la abadía es propiedad del municipio de La Roque d'Anthéron.