Visita libre
Declarado monumento histórico, este jardín a la francesa fue acondicionado a finales del siglo XIX. En la entrada, los antiguos chasis albergan las plantas de brezo que ofrecen colores maravillosos en primavera.
Tomando el camino de las plantas mediterráneas (Solidago, Stachys, Agapanthe...) podrá viajar y soñar. Diviértete encontrando diferentes variedades de verduras de temporada en nuestras parcelas dedicadas al huerto. Una de ellas está ocupada de mayo a octubre por las estrellas del lugar: ¡las cucurbitáceas!
Paseando por el jardín, puede que desee descansar y disfrutar de la tranquilidad del lugar. ¿El lugar perfecto? la parcela de frutos rojos donde se instalan chilenas durante el verano. ¡Podrás leer, echar una siesta, disfrutar y por qué no observar a las ardillas que les gusta correr por las paredes que rodean el jardín!
Los lugares esconden una cantidad de otros tesoros: una eólica Bollée que se adivina detrás de una pared, un huerto conservatorio, el jardín de los aromáticos donde flota el agradable olor de las mentas, una multitud de esencias vegetales (agapantes, peonías, rosas, hortensias, tulipanes, eléboros, achilles...) los antiguos establos y la imprescindible guarnicionería, sin olvidar la reina de los lugares: el invernadero del jardín!
Remanso de paz, el huerto es también un verdadero jardín del Edén para la fauna (estanques, pajareras, hoteles de insectos, refugios de murciélagos...), es por otra parte clasificado "refugio LPO" (liga de protección de las aves) desde 2019.
Puede visitar este pequeño rincón del paraíso libremente en el horario de apertura.