Descubre el legado preservado de esta iglesia y sumérgete en su fascinante pasado
La iglesia de San Pablo, antiguamente la capilla del convento de los monjes Cordeliers establecido aquí desde mediados del siglo XIV, revela su rica herencia. El primer convento de los Cordeliers fue destruido y reconstruido dentro de las murallas, entre los siglos XIV y XV, reutilizando las piedras de la antigua construcción. Así, esta iglesia contiene numerosos restos del antiguo convento de los Cordeliers. Desde el siglo XVII, el edificio fue integrado en una serie de casas erigidas por los propios hermanos Cordeliers, haciéndolo poco visible desde el exterior. Sin embargo, su magnífico campanario piramidal coronado por una flecha con ganchos se destaca, en contraste con el arco humilde que todavía soporta la campana del primer convento, visible en el techo. La iglesia consta de cuatro tramos de la nave, acompañados de capillas laterales construidas entre los contrafuertes. Después de la Revolución francesa, la iglesia fue reconstruida y hoy conserva numerosos objetos muebles procedentes de iglesias o conventos de la región. Además, cinco obras especialmente realizadas por el pintor arlesiano Jacques Réattu (1760-1833) y su alumno Augustin Aubert en el siglo XIX embellecen este monumento. La iglesia de San Pablo fue declarada oficialmente monumento histórico el 2 de febrero de 2005, lo que demuestra su importancia patrimonial.