Visita guiada del sitio de Gicon: un promontorio rocoso rico en historias y leyendas
Encaramado a 245 metros sobre un promontorio rocoso que se levantó durante la secundaria (Cretácico superior, -85 millones de años), el sitio de Gicon domina los dos bajos valles del Cèze y del Ródano. La cueva en el flanco oeste muestra una ocupación temprana, que se remonta a la época prehistórica, y luego celta. Del mismo modo, el gran muro de contención al norte se debe a la fuerte pendiente de la cumbre. Las huellas romanas también están presentes, confirmadas por la entrada Calade, una estela funeraria y numerosos fragmentos de dolia y tegolae. El sitio está vinculado a los obispos de Uzès desde 896, en la época carolingia, y desde 945 a los clunianos de Saint-Saturnin-du-Port en Pont-Saint-Esprit. La torre del homenaje permite fechar las construcciones del sur del castillo entre 1220 y 1260, durante el reinado de San Luis, que habría pasado allí dos veces, en 1248 y 1270, durante sus salidas para la séptima y octava cruzadas. En 1312, Felipe el Hermoso autoriza a Guillermo de Saint Just a construir una casa fuerte (edificio al norte) para reforzar el sistema de defensa de la orilla gardesa del Ródano, que desde 923 es la frontera entre el Reino y el Imperio. Entre los señores laicos, hay Montières, Ancezune de Vénéjan y once señores de Fage, que desde el siglo XVI residen en el pueblo. La revuelta de Henri de Montmorency, señor de Bagnols y gobernador del Languedoc, y de François de Fages contra Luis XIII y Richelieu fue el origen, en 1631, de la destrucción de la mazmorra. En el momento de la Revolución, Cesare Ferrero d'Ormea, yerno del último señor de Laudun, siendo de origen piamontes, puede conservar su bien. Le sucederán tres familias, entre ellas la familia Michel-Cotte, también propietaria del Domaine de Saint-Georges, de 1875 a 1973. En 1973, la bodega de los viticultores de Chusclan adquirió el sitio.