Al descubrimiento de esta iglesia fortificada del siglo XIII, declarada monumentos históricos y sus retablos del siglo XVII
Realizada en dos campañas sucesivas entre principios de los siglos XIV y XV, la iglesia, de estilo gótico en cruz latina, consta de una nave rematada por un crucero que precede a un coro rectangular. El conjunto, cubierto de bóvedas de crucería, poseía originalmente una sala fuerte provista de una chimenea cuyos restos subsisten sobre el brazo norte del crucero. Alberga tres magníficos retablos barrocos realizados por el taller de Jean Tournier de Gourdon (1647-1721). Estas obras en madera policromada y dorada a la hoja, están dedicadas a Dios el Padre y la crucifixión (coro), Santiago (capilla sur), y la Virgen María (capilla norte). El cuadro «Les Saintes Femmes» de Jobbé-Duval, donación de Napoleón III a la comuna, no representa, en un atajo sorprendente, más que las figuras de María y María Magdalena en el momento de la visión milagrosa de la tumba vacía.