Nuestro planeta es hermoso y, sin embargo, extremadamente frágil.
Nunca, en la larga historia de la Tierra, una especie ha tenido un impacto tan «problemático» como el hombre en el planeta.
El tercer milenio comienza con los desafíos ecológicos sin precedentes: pérdida de biodiversidad, modificación del clima mundial, degradación de las reservas de agua dulce, agotamiento de los recursos naturales, contaminación irreversible, etc.
Además, un riesgo de extinción para un número de especies nunca visto desde la desaparición de los dinosaurios hace 65 millones de años.
Un mundo a proteger : ya es hora de que la toma de conciencia se traduzca en actos colectivos y sobre todo individuales. Reflexionemos sobre cómo cada uno puede aportar su contribución al edificio. Nos corresponde a nosotros cuidar del planeta porque nuestro futuro está en nuestras manos, hay que reaccionar y rápido. Afrontemos juntos el desafío. Reduzcamos nuestro impacto ecológico, la naturaleza y la humanidad nos necesitan a todos.
No busquemos grandes definiciones del concepto «desarrollo sostenible»: el desarrollo sostenible somos nosotros.
Es estar convencido en su alma y en su conciencia de que la posibilidad de salir del callejón en el que estamos no pasará más que por nosotros mismos y por la adición de buenos comportamientos.