De una gran edad, cuyos orígenes serían anteriores al siglo XI, la iglesia San Maximino de Magnac-Laval atravesó el tiempo sufriendo numerosas averías que tuvieron como consecuencia diversas modificaciones del edificio.
El edificio está decorado con varias vidrieras, dos de las cuales representan la gran procesión de 9 leguas (54 km) realizada cada año el lunes de Pentecostés en honor de san Maximino, patrón de la ciudad. También destaca un conjunto de estatuas y cuadros, entre ellos el de la Visitación recientemente restaurado. También destaca el mecanismo del antiguo reloj del campanario expuesto en la capilla norte (capilla de San Sebastián).
La historia del edificio presentada a través de una exposición en Magn'accueil permitirá al visitante comprender mejor su evolución a lo largo de las épocas. También se explicarán los proyectos de restauración del edificio (tejados, fachadas, estabilidad, salubridad, etc...) para garantizarle una vida perenne.