Fundado durante el reinado de Guillermo el Conquistador, el castillo de Bricquebec fue una de las plazas fuertes más poderosas del Cotentin medieval. Conserva su alta torre poligonal y alberga una impresionante sala señorial de época románica. El conjunto está comprendido en un vasto recinto flanqueado por torres y protegido por dos puertas fortificadas. En este marco excepcionalmente preservado se ha escrito, durante varios siglos, el destino de las grandes familias que han poseído este señorío. Del legendario escandinavo Anslech a Louis d'Estouteville, el valiente defensor del Mont-Saint-Michel, más de quinientos años de historia nos han sido dados para descubrir.