Tras los bombardeos del 6 de junio de 1944, la ciudad de Saint-Lô fue destruida. Cerca del 97% y el hospital-hospicio, como la totalidad de los edificios públicos, está en ruinas. En junio de 1945, el general Eisenhower propone al alcalde de la ciudad, Georges Lavalley, participar en la construcción de un "pequeño memorial" para los soldados americanos y los habitantes de la región. Fue finalmente para ayudar a la reconstrucción del hospital que American Aid to France organizó en 1946-47 una recaudación de fondos privados en Estados Unidos. A finales de 1946, los ministerios franceses de Salud Pública, Interior y Reconstrucción dieron su aprobación para la realización de este hospital que debía ser el más moderno de Europa. Inaugurado en 1956, el Centro Hospitalario Memorial es el prototipo del hospital base-torre. Se caracteriza por una arquitectura funcionalista y "humanista" - modular, se basa ante todo en el bienestar de los usuarios - y por su bloque operativo revolucionario. Fruto de una estrecha colaboración del arquitecto Paul Nelson con el pintor Fernand Léger, constituye un ejemplo de la integración de las artes plásticas en la arquitectura durante la Reconstrucción. Su estructura, concebida para adaptarse al progreso técnico y a la evolución de los métodos de atención de los pacientes, la ha convertido en una referencia para la arquitectura hospitalaria de la segunda mitad del siglo XX. Aún hoy el edificio evoluciona y mira hacia el futuro.