Visita guiada: Valognes, según las postales antiguas
Aparecida en los años 1870, la postal debía convertirse rápidamente en una formidable herramienta de comunicación. El entusiasmo por este pequeño pedazo de cartón banal resulta tanto más fuerte cuanto que, durante este período, la alfabetización está en neta progresión y el turismo se desarrolla. Tipo de correo electrónico o SMS del pasado, la postal sigue siendo hoy en día el objeto que tiene el mayor número de puntos de venta en el mundo. Preparados por el gusto romántico del siglo XIX, los editores de postales proponen una mirada pintoresca, privilegiando los monumentos antiguos y las ruinas del pasado. En Valognes, las termas romanas de Alauna, anteriormente representadas por numerosos grabados, ofrecen un tema de elección. La iglesia de Saint-Malo y su cúpula «florentina», el hotel de Beaumont y la antigua abadía benedictina real también alimentan la inspiración de los fotógrafos. Más allá, sin embargo, ferias y mercados, escenas callejeras y «tipos normandos», comercios y artesanías, como muchos otros temas, suscitan también un vivo interés. Herramienta documental tanto como objeto artístico, la postal se hace así testimonio arqueológico, social, económico, antropológico...