Las Bellas Artes de París abren las puertas de sus edificios clasificados como monumentos históricos.
Revive la historia del arte en el anfiteatro de honor, llamado también por su forma «hemiciclo de Delaroche»que debe su fama a su monumental mural y fue levantado de 1820 a 1841 por François Debret y Félix Duban como el punto final de la progresión en la arquitectura de las Bellas Artes de París, partiendo de la entrada calle Bonaparte. Este eje simbólico llevó a los mejores alumnos a la consagración del Gran Premio, llamado Gran Premio de Roma, otorgado en el anfiteatro de honor. El gran mural de Paul Delaroche, El genio de las artes rodeado de artistas de todos los tiempos que distribuyen coronas, iniciado en 1836, está firmado y fechado en 1841. En el siglo XIX, cuando las Bellas Artes de París se convirtieron en un modelo para el mundo entero, la pintura de Delaroche acompañó esta proyección y resumió el diálogo entre arte del pasado y arte de hoy. Gustave Flaubert la menciona en su Diccionario de las ideas recibidas: «Hemiciclo. Conocer solo el de las Bellas Artes. » La restauración del anfiteatro en 2016 permite el regreso, en 2017, de una obra legendaria de la escuela francesa: Romulus vencedor de Acron llevando los restos opimes al templo de Júpiter Capitolin de Jean-Dominique Ingres, pintada en 1812 al temple por encargo de Napoleón I. Sucediéndole a Viollet-le-Duc o Hippolyte Taine, artistas de renombre y personalidades de diversos horizontes siguen siendo invitados por las Bellas Artes de París a dar conferencias en el anfiteatro de honor, que también se utiliza con fines de enseñanza.
El personal de Bellas Artes de París le guía durante una hora en el corazón de una de las escuelas de arte más antiguas del mundo. Sumérjase en la vida de la escuela y redescubra la historia del arte, el patrimonio arquitectónico y la gran historia.
Las Bellas Artes de París, herederos de las Academias reales de pintura y escultura, son a la vez un lugar de formación y experimentación artística, un lugar de exposición y de conservación de colecciones históricas y contemporáneas y una editorial. Situado en un lugar excepcional de más de dos hectáreas en el corazón de París, a dos pasos de Saint-Germain-des-Prés, el establecimiento presenta un compendio de arquitectura, del siglo XVII con la capilla de los Agustinos, al siglo XX con el edificio firmado Auguste Perret.
Desde el siglo XIX hasta mayo del 68, desde el academicismo hasta las vanguardias, las Bellas Artes de París son desde hace 200 años testigos y actores de su tiempo.
Las visitas comentadas le llevan a la Capilla de los Agustinos, el patio de la morera, el patio de honor, el Palacio de Estudios y su patio acristalado, y el anfiteatro de honor.