La propiedad formaba parte de un conjunto llamado "Les Rochers" de una superficie de 17 hectáreas que pertenecía a Julien Henri Gréau. El edificio, construido en 1914, rodeado de un gran parque, perteneció a ricos ingleses. La propiedad fue comprada en 1975 por el municipio para establecer su Ayuntamiento y abrir el parque al público. El ático, construido con una estructura de hormigón, permite buenas condiciones de conservación para los archivos de la ciudad.