La iglesia Saint-Hermeland, de gran calidad arquitectónica, es uno de los primeros edificios clasificados como monumentos históricos en Francia, desde 1862. Sus decoraciones esculpidas se encuentran entre las más ricas y variadas de los suburbios parisinos. Se construyó entre 1160 y 1230, en una época de gran renovación de la arquitectura religiosa, ya que el estilo gótico, que se dice inventado en la abadía de Saint-Denis en 1140, permitirá gracias a los avances técnicos (bóveda de crucería, arco iris) perforar las paredes y hacer entrar la luz en las iglesias, suplantando así la arquitectura románica en Île-de-France y en todo el país.
Aunque de dimensiones más reducidas, se compara con la catedral de Notre-Dame de París, de la que dependía la parroquia de Bagneux. Casi contemporáneas, geográficamente cercanas, presentan similitudes estilísticas que pueden hacer pensar que los obreros de Notre-Dame trabajaron en Bagneux. Contiene losas funerarias recuperadas que datan de los siglos XIII al XVI, una tribuna de órgano del XVII.