Convertido en productor de su alimento, el hombre aprende en la época neolítica a controlar su medio ambiente. Construye los primeros pueblos. Surgen innovaciones técnicas: la piedra pulida, el tejido y la cerámica. La utilización de recipientes de terracota está vinculada a una vida estable y, por lo tanto, va unida a la existencia de pueblos. En efecto, los vasos de cerámica son voluminosos y frágiles y tienen poco interés para las poblaciones nómadas. Sin embargo, la arcilla ha servido para muchas otras cosas: construir las casas, fabricar pequeñas estatuillas, lastrar los husos, construir hornos... Después de la presentación del período Neolítico y el modo de vida de los hombres en el futuro suelo de Francia, los niños realizarán el montaje de una cerámica según las técnicas utilizadas en la época.