Visita a la cueva petrificante
Es el sitio turístico más antiguo del pueblo de Trôo. Ya abierto al público a principios del siglo XX, este pequeño espacio dedicado al largo trabajo de las aguas calizas, es interesante a nivel turístico, pero también desde el punto de vista geológico. Se pueden descubrir estalactitas, los restos de la antigua capilla de San Gabriel, su pila petrificada y todo el magnífico trabajo del agua sobre la toba (roca caliza local) en 300 años.
La cueva cuenta con importantes recursos hídricos. Esta agua procedente de diversas fuentes de las que no se conocen los orígenes exactos, fluye del centro de la Butte, extremadamente cargada de piedra caliza. El valle del Loir era, hace 90 millones de años, un inmenso mar interior desde donde las cavidades fueron excavadas a lo largo de su lecho.
¿Por qué es petrificante? El agua cargada de dióxido de carbono disuelve la piedra caliza de las rocas que atraviesa y, al entrar en contacto con el aire más caliente de las cavidades, deposita la calcita transportada. Ésta se acumula en estalactitas en los lugares donde el agua se desprende del techo o en estalagmitas en los lugares donde las gotas de agua caen sobre el suelo.