Estos tapices fueron objeto de una historia muy curiosa en el período de la última guerra. La tribulación de estos dos tapices comenzó durante la guerra 39-45, justo antes de los bombardeos sobre la ciudad de Orleans y la llegada de los alemanes (16 de junio de 1940). Para protegerlos, los dos tapices fueron depositados por los administradores de los Hospicios Civiles de Orleans, en la catedral de Sainte-Croix, y luego transportados con las maderas de esta misma catedral, en Châteauneuf-sur-Loire, en septiembre de 1939. Curiosamente, en 1970, una de ellas estaba expuesta en el Museo de la Marina en Châteauneuf, pero fue devuelta posteriormente al centro hospitalario regional de Orleans, con el fin de integrar su lugar de origen, la Capilla de San Carlos. La otra fue devuelta al hospital. Confiadas en 1972, por la administración de Bellas Artes a un especialista para limpieza y restauración, volvieron de París en febrero de 1977, y luego adornaron de nuevo la nave de la Capilla del hospital.