La dama encapuchada es una comedia que se desarrolla en el espacio público cuando hace buen tiempo. Es un placer sorprender a nuestros compañeros con formas divertidas donde pueden identificarse con los personajes en situaciones tan banales como divertidas. Puesto que estamos convencidos de que el teatro sirve para entretener y educarse, será también la ocasión de interrogarse sobre la evolución de la representación de la mujer desde la prehistoria. En efecto, la dama encapuchada es el nombre dado a una figura de marfil de poco más de tres centímetros, que data de unos 25.000 años, encontrada en Brassempouy, una cueva de las Landas, por el señor Piette a finales del siglo XIX. El espectáculo utiliza edificios, escalinatas y árboles, en un recorrido guiado por el viejo convertible de los personajes, porque para su aniversario de boda, nuestros héroes han elegido visitar una exposición sobre las Venus y Madonas de la prehistoria muy lejos de casa. Fue entonces cuando el ingenuo espejo de la carita de marfil actuó como revelador de las fricciones de la pareja que parecía modelo.