Fundada en el siglo XIX, cuando la Dombes era todavía bastante pantanosa, la abadía por el trabajo de sus monjes contribuyó a modificar el paisaje y sanear esta región del Ain. Fueron los cistercienses, procedentes de la comunidad de Aiguebelle en la Drôme, los que se instalaron y desbrozaron, secaron y desarrollaron las tierras que les habían sido confiadas. Este trabajo agrícola perdura aún hoy, cuando la Comunidad del Camino Nuevo está instalada en los venerables muros. Producción de leche y queso, carne de vacuno, miel y manzanas, el trabajo de los hombres continúa valorizando las riquezas locales. ¡Y los visitantes no dejan de disfrutarlo en la tienda! Visitas, encuentros y espiritualidad
La abadía de Nuestra Señora de los Dombes se visita todo el año y también alberga actividades religiosas que la convierten en un importante centro de encuentro. Se descubre así en la iglesia un muro de iconos contemporáneos realizados por el taller de fabricación que produce y enseña este arte así como el del mosaico. También es el lugar para asistir a cursos y conferencias de filosofía, teología o historia. En resumen, un lugar lleno de sabiduría para posar y dar un paso atrás en el mundo...