Mi nombre es Etty
Llevando a la escena fragmentos del diario y de la correspondencia de Etty Hillesum, Nadia Larbiouene invita a un viaje íntimo a la vida trastornada de esta joven. Etty Hillesum vive en Ámsterdam. Tiene 27 años cuando comienza a escribir su diario. Esta joven judía, culta, libre, sensible y creyente expone libremente lo que vive, sus amores, sus pensamientos, sus decisiones. A pesar de las tensiones externas en los años 1941-1943, sigue creyendo en Dios y en la humanidad. Deportada a Auschwitz, murió el 23 de noviembre de 1943, a la edad de 29 años.
Basada en el diario de Etty Hillesum y las Cartas de Westerbork, dos actrices transmiten este testimonio histórico sobre este período oscuro de la humanidad. La escritura es aquí una cuestión de supervivencia: Etty escribe para exorcizar, contar y tranquilizar. Sin dejarse nunca abatir, su diario es para ella una misión casi sagrada, para seguir viviendo y sobre todo para no olvidar.