El bosque es un elemento fuerte del paisaje de los Montes del Beaujolais. Participa en la imagen de un territorio verde, donde el abeto tiene valor emblemático. Sin embargo, a menudo se ignora que se trata de un bosque creado por el hombre para producir madera. La exposición recuerda los orígenes de esta aventura que ha rediseñado la fisonomía de la montaña beaujolaise.
Propone una inmersión en el bosque de los Montes del Beaujolais, al encuentro de quienes se la apropian, la mantienen, la frecuentan e incluso la habitan.
Un espacio pedagógico permite descubrir el bosque de otra manera, por el sentido, el juego, la manipulación.
De la exposición itinerante Vert Horizon, la exposición temporal Des racines et des Hommes presenta una versión escenográfica, accesible a todos los públicos.