En la fachada se abre una sola portada gótica con florones, coles y pináculos; está coronada por una apertura circular en ojo de buey, o por una «O» como se decía antes. El pináculo termina con un pequeño pabellón que contenía el reloj público, al que se accede por una escalera acondicionada en una torreta octogonal ligeramente saliente, por encima de la abertura.
En el interior, la nave, con cuatro tramos abovedados sobre crucería, no tiene naves laterales, sino solo capillas laterales, una a cada lado. La entrada lateral al sur presenta al exterior una segunda hermosa portada con florones y pináculos. Una torreta de escalera saliente da acceso al campanario; se considera un vestigio de la primera iglesia.
Una corona de trece capillas dedicadas a diversos santos protectores se abre sobre la nave y el coro. Son fundadas por las familias nobles o burguesas del Gour, Vuilliardier, Jacob de la Côte, Charlet, Courtois, o de Epey, pero también por las cofradías de los herreros y zapateros. Se penetra por un arco gótico flamígero con finas esculturas. Las bóvedas de crucería llevan llaves a menudo armadas.
La iglesia termina al este por un tramo de coro y un ábside de cinco lados, iluminado por tres grandes ventanas con murallas flamígeras; está cubierta por seis barrios de bóveda; la llave, ricamente tallada, lleva un escudo con la cruz de Saboya.