Después de 1800, cuando las construcciones se reanudaron, los protestantes no disponían de documentos iconográficos que pudieran informarles sobre el aspecto general de sus templos arrasados. Pero la memoria familiar debía poder suplir esta laguna. Se busca diferenciarse de las iglesias católicas por formas originales. Se busca un plano centrado con templos poligonales o circulares. El interior, siempre sobrio, muestra sin embargo una verdadera ciencia del espacio, de la acústica y favorece la luminosidad.