Tanto cultural como lúdica, la visita Historias Gourmandes le permite descubrir la ciudad medieval desde otro ángulo: el de la gastronomía. De hecho, aunque el vino sigue siendo el emblema imprescindible de la región, hay otras especialidades locales que merecen ser citadas ... ¡y degustadas!
Los visitantes comienzan su recorrido por la Rue du Couvent, para descubrir otros lugares como la Rue des Douves, los famosos montículos y una parada frente a los viñedos.
Entre anécdotas culinarias, degustaciones y presentación histórica, su guía le hará descubrir las especialidades de la región como el famoso macarrón de Saint-Émilion.