País de cría ovina desde tiempos remotos, el Dévoluy conserva, en las losas calcáreas que salpican los pastos alpinos, cerca de los viejos corrales de vigilancia (Jas) o incluso en gruta, el rastro de los pastores que allí llevaron, verano tras verano, sus rebaños. Fechas, iniciales, signos religiosos o, más raramente, sus nombres, marcaron su paso a través de sus grabados. Nuestros tres conferenciantes recorrieron en su búsqueda el Dévoluy y, en el Vallon Froid, los valles de Âne, de Barges y de Rabou, descubrieron estas huellas, la más antigua de las cuales data de 1798. Luego encontraron quiénes eran algunos de estos pastores, sus vidas, de dónde venían y nos propusieron con esta conferencia, a partir de los graffiti, entrar en el conmovedor diario de los pastores trashumantes hasta Devoluy. Habiendo presentado en 2021 sus investigaciones en un coloquio en La Rochelle, nos mostrarán el Dévoluy como nunca lo hemos visto, por los ojos de los pastores.