La capilla del Audrière se alza cerca de la mansión medieval transformada en edificio de granja después de la Revolución. Presenta hoy una sorprendente silueta masiva, casi ciega, flanqueada y enclavada por contrafuertes hemicilíndricos y cubierta de tejas. Su notable portada de estilo renacentista y el estudio del edificio unen el edificio en los años 1540-1550. La nave de dos tramos, cubierta con bóvedas ojivales y liernas, está excepcionalmente abierta a la visita.
La capilla está en proceso de restauración desde 2016. Los propietarios presentarán la historia arquitectónica del edificio y la de los Talensac, señores de Loudrière desde el siglo XIV (libro en venta).