De los ocho cafés "pintados" que existían antes en Mayenne, este albergue es el único cuyos lienzos se han conservado. La antigua sala de restaurante está decorada con 10 cuadros, firmados por Ezined, realizados en 1914 por Charles Denize, pintor itinerante. Adquirido en 1996 por la artista y escritora canadiense Jill Culiner, el hotel (convertido en casa de artista) se mantuvo "en su jugo". En este escenario del siglo pasado, las obras de Jill Culiner - obra satírica y crítica sobre el comportamiento humano - se codean con fotos e historias (¿reales o ficticias?) de los antiguos huéspedes del hotel.