Desde su adquisición en 1997, y su inscripción en la lista suplementaria de Monumentos Históricos en 1999, nuestro objetivo fue restaurarlo tal como funcionó durante el siglo XIX. Esta restauración profunda, idéntica y sin añadidos de técnicas o equipamientos del siglo XXI, se llevó a cabo bajo el control de los arquitectos de los Edificios de Francia, y por profesionales de calidad (canteros y carpintero molinólogo), desde 2003: paredes, bóveda, carpintería, hucherolle, alas, mecanismo interior, ...
Ahora, su aspecto altivo y el movimiento bucólico de las alas expresan en su belleza recuperada, ¡toda la armonía nacida del matrimonio del tufo, de la pizarra de Trélazé y de la luminosidad de esta hermosa región de Anjou!
Equipado con dos pares de muelas, produce de nuevo harina completa (molienda) desde principios de 2008 para nuestra mayor alegría! y ello, procediendo a un «rodaje» progresivo de sus engranajes renovados.
Su gran altura (17 m entre el suelo y el techo de la hucherolle), le permite «tomar» el viento tanto como sea necesario. El ingenio particular de sus disposiciones y de su funcionamiento permite así al molinero poder asegurar, solo, una producción, mientras «dirige» el funcionamiento de esta hermosa mecánica muy específica del siglo XIX.
Miembro de la Asociación para la Salvaguardia de los Molinos de Anjou . Gérard Dubaux se encariñó con los molinos de viento, llegando incluso a adquirir el Moulin de GASTE en 1997. Recientemente se hizo cargo de la Asociación de Salvaguardia de los Molinos de Anjou. Son hermosos. Es bueno verlos trabajar de nuevo. No dude en venir a visitarnos...
Gérad DUBAUX