Retroceder en el tiempo es lo que hacen los investigadores que embarcan durante varias semanas en buques oceanográficos y van a tomar a varios miles de metros de profundidad testigos de sedimentos para comprender las evoluciones del clima.
Para el poeta que los acompaña y comparte su vida cotidiana, es también un viaje iniciático y una reflexión filosófica sobre los desórdenes del Mundo.
El museo de Nantes acoge una exposición de imágenes captadas durante estas expediciones, coproducida entre investigadores artistas y científicos.
La exposición se compone de imágenes captadas durante varias campañas en el mar de paleoclimatología en los dos polos (Acclimate, Rockall-Mingulay y STEP, 2016).
El desafío científico de acceder a los archivos climáticos y a los datos que permiten modelizar las condiciones de los climas pasados coincide con nuestras preocupaciones sobre los cambios actuales. Artistas y científicos a bordo cruzan sus miradas en torno a un mismo tema de investigación y se asocian para reproducir un contenido robusto y sensible.
Este conjunto invita al viaje y al imaginario, mientras que cuestiona los vínculos que existen entre nuestros paisajes íntimos y los desórdenes del Mundo.
Para esta exposición, el LPG (Laboratorio de Planetología y Geociencias) se asoció al proceso de investigación científica y de creación artística Medir el tamaño del Mundo (El (teatro del) Grain, CEARC-UVSQ y la red Marine Sciences for Society) aportando elementos que ilustran su trabajo.