¿Una exposición? Mejor hablar de una instalación. Pues se llama instalación artística una exposición donde es el lugar que inspira y da sentido a las obras.
El ermitaño efímero será tal instalación. Una intervención que se va construyendo poco a poco, que va a crecer constantemente sin hacer ningún ruido. Como un árbol, como el espíritu de los eremitas que han vivido siglos en este lugar insólito. Cada mes las obras serán más numerosas, más desarrolladas, más detalladas. El ermitaño efímero no es una intervención invasiva. Será una intervención artística precisa y minimalista que se presentará de manera suave. El visitante descubrirá rasgos, líneas, enlaces. Como una verdadera obra de construcción las obras van a albergar a menudo escalas, andamios y otros elementos característicos para los constructores. Pero todos los elementos serán extremadamente miniaturizados. El ermitaño efímero será surrealista y realista al mismo tiempo. Muy realista: voy a trabajar in situ. Incluso en pleno invierno. Y cuando llegue, la puerta estará abierta a todos. Casi me siento un ermitaño...
El proyecto tiene como objetivo profundizar, ilustrar y ampliar el espíritu, el Genius loci de este lugar fascinante. Un lugar que milagrosamente ha conservado su alma solitaria, un alma que se aleja de la intensa vida que se desarrolla desde hace siglos a su pie en el Valle del Loira. Pero la ermita de San Juan no se desplaza tan lejos que ya no hay un vínculo, una mezcla, un cierto nivel de síntesis, entre los dos mundos. Lazos que evolucionaban, que cambiaban con el tiempo, vínculos que se interrumpían y se creaban de nuevo, que se alejaban y se acercaban. Lazos a largo plazo, o a corto plazo, pero siempre efímeros. El ermitaño efímero será una instalación artística que oscilará entre las disciplinas de la arquitectura, de la arqueología del edificio, de las artes plásticas y del dibujo. Como en la mayoría de mis obras y proyectos...
Paul Tieman