El cartucho es un ornamento arquitectónico que decora la fachada de un edificio. Se compone de un marco que pone de relieve una parte central que puede acoger inscripciones. Este elemento puede ser pintado, grabado o tallado en piedra, mármol u otros materiales más modestos como metal y madera. Algunos cartuchos se consideran ciegos y su superficie central permanece vacía.
Procedente del italiano Cartoccio, que significa cono de papel, el cartucho es en origen un cartón chapado en la esquina de los mapas de geografía destinado a albergar un título y una leyenda y cuyo rincón está enrollado formando un cono. Utilizado por los egipcios en sus jeroglíficos, el cartucho se multiplica en la Edad Media y viene a embellecer los edificios. Los más ornamentados y decorados son los realizados en el Renacimiento. Su uso se generalizó a partir del siglo XVII y cada propietario se apoderó de él haciendo esculpir un fragmento de su vida.
En Cenon, si el caminante se ralentiza y mira hacia arriba, puede ver cartuchos de todas las formas, testigos de una época pasada. Algunos permiten identificar casas por su localización o su entorno, otros especifican una fecha de construcción, algunos muestran divisas mientras que otros dejan entrever una apariencia de intimidad.
Los miembros de la Asociación de Amigos del Patrimonio Cenonas han realizado un trabajo metódico y detallado de censo de estas singularidades arquitectónicas.