Descubra la historia de los murales, excepcionalmente bien conservados, de la iglesia de San Salvador.

Los murales se colocaron en las bóvedas del coro a finales del siglo XIII y principios del siglo XIV.
A principios del siglo XVII, los jesuitas las pintaron con un cielo azul estrellado de oro, considerándolas demasiado góticas. Fueron liberados en 1825 por iniciativa de la parroquia, pero fueron restaurados torpemente.
Una restauración, realizada en 2008 bajo el control de la DRAC, dio lugar a la doble constatación: la iconografía original se respetó al 90% y la paleta de colores modificada (azul azurita desaparecido en favor del blanco grisáceo).