Juana de Lacour es una viuda culta, destila sus ideales en el campo de Monséguraise donde creció. Le contará Monségur en tiempos de la Revolución Francesa.

Juana se casó contra su voluntad por su padre con un rico comerciante de Burdeos porque la partícula no siempre trae fortuna... A la muerte de su marido, hace votos de viudedad, acoge con alegría las ideas progresistas y se posiciona a favor de la evolución de los derechos de su sexo y contra la esclavitud.