El claustro de San Taurino formaba parte de un conjunto abacial de gran importancia, que fue modificado varias veces a lo largo de los siglos. En declive mucho antes de la Revolución, los edificios de la institución son confiscados por los revolucionarios que la convierten en una Salpêtrière. La abadía fue devuelta al obispado en 1802 para instalar el Seminario Mayor. Además de un claustro reconstruido varias veces desde el siglo XIII, el conjunto de los edificios data de los siglos XVIII y XIX, incluso del siglo XX como la capilla. Después de albergar la Escuela Profesional, fueron utilizados como hospital de la retaguardia durante la Primera Guerra Mundial. Abandonados por la Iglesia en los años 70, los edificios son comprados en 1974 por la CPAM que instala progresivamente sus servicios.