Durante los trabajos de mantenimiento emprendidos en 1979 en la Iglesia de San Paterno de Montrond se descubrieron los murales, escondidos bajo un espeso revestimiento de yeso y enmascarados por un gran retablo de la época clásica, que fue reinstalado en el fondo de la iglesia. Hay que señalar también que con motivo de estos trabajos de restauración, se descubrieron en las paredes del coro un conjunto de «macetas acústicas» como las que existen en numerosas iglesias de nuestra región y cuya utilización, al parecer, se remontaría a la época galoromana. Por último, a finales de los años noventa, se decidió sustituir los ventanales por vidrieras.