Demostración: ¡De la gasa o de la rosa, haga punto!
Conocida por sus encajes de huso, Bélgica intenta competir con el encaje de Alençon en la segunda mitad del siglo XIX, fabricando un encaje de aguja dotado de una red extremadamente ligera: el Punto de gasa. Los motivos de rosas son el tema principal de las decoraciones que adornan estos encajes. La creación de pétalos en relieve, realzando aún más las flores, da origen a una variante del Punto de gasa aún más atrevida: el Punto de rosa. La exposición presenta 22 piezas excepcionales (volantes, cuellos, pañuelos, Mantilles.), procedentes de las colecciones del museo, que fueron confeccionadas entre 1850 y 1900. Dan testimonio de las evoluciones técnicas y estéticas de la producción manufacturera belga y cuestionan los puntos comunes y las diferencias entre esta última y la producción alentejana.