Visita libre a la Capilla de la Humanidad
La Capilla de la Humanidad es el último templo positivista que queda en Europa. Construida por los positivistas brasileños en 1903, sus planes fueron concebidos por el filósofo francés Auguste Comte, fundador del positivismo que se dedica a la edificación de un "gran templo de la humanidad". Este último diseñó uno de los sistemas filosóficos más grandes del siglo XIX. Después de la escritura del monumental Curso de Filosofía Positiva, conoció a Clotilde de Vaux en 1844 y mantuvo con ella una intensa correspondencia durante el año 1845, "el año sin igual". Pero Clotilde murió de tuberculosis en 1846, en su casa de la calle Payenne. Fue bajo su influencia que Comte imaginó una religión cuyo culto es la Humanidad misma. Concebida como un templo laico, la capilla alberga el elemento de este culto concreto en forma de panteón, retomando el calendario positivista que rinde homenaje, cada día, a los grandes hombres (científicos, pensadores, escritores, poetas...). La singularidad de este lugar, muy raramente abierto al público, es un elemento de curiosidad sorprendente para descubrir.