A principios de 2020, la epidemia de Covid congela repentinamente a la humanidad y vacía las ciudades. En Île-de-France, más de un millón de personas deciden abandonar la metrópoli para protegerse. Consecuencia inmediata de la crisis sanitaria, el éxodo urbano recuerda los frágiles vínculos entre ciudad y salud, entre arquitectura y profilaxis, entre ciudad y hospitalidad. Abre así también un campo de interrogación para la ciudad del mañana: acceso a los lugares de atención y lugar de la medicina; evolución de los establecimientos de salud y atención de todas las patologías; envejecimiento de la población y accesibilidad de los equipamientos o viviendas; mortalidad urbana y lugar de las sepulturas; impactos sanitarios de nuestros metabolismos metropolitanos y transformación de los territorios...