Los bordes de Marne du Perreux
Comuna de pleno derecho desde 1887, Le Perreux-sur-Marne, es un antiguo barrio de Nogent-sur-Marne. Al principio lugar de vacaciones, el Perreux se convierte a principios del siglo XX en una verdadera ciudad que acoge cada domingo a la multitud de caminantes venidos de París. Estos paseantes vienen a apreciar el entorno bucólico de las orillas de Marne, cuyas orillas se acondicionan con el tiempo.
En efecto, hasta el siglo XVIII, las casas de recreo se escalonaban en la pendiente sin que las orillas fueran acondicionadas. Solo se instalaron algunos lavaderos, "lavandería en barco", baños públicos o pontones de pescadores. La llegada del ferrocarril y la canalización del río, que facilita la navegación, provocan la metamorfosis de los bordes de Marne. Un camino que discurre ininterrumpidamente a lo largo de las orillas desde Joinville-le-Pont hasta Neuilly-sur-Marne es acondicionado y rápidamente invertido por guinguettes, garajes de barcos, clubes náuticos, etc. En el bucle del Perreux, la explotación de la arena de los antiguos lechos del río se desarrolla. Los transbordadores permiten cruzar el río Marne antes de la construcción del puente de Bry y de la pasarela. En las orillas se construyen casas de todos los estilos, así como diversos equipamientos públicos o asociativos.
El Perreux sur Marne tiene la particularidad de poseer cerca de 3 kilómetros de bordes de Marne. Este fantástico bucle se contará durante la visita propuesta por la Oficina de Turismo del Valle del Marne durante dos horas desde el Ayuntamiento de Perreux-sur-Marne. Descubrirá así la historia de los Bordes de Marne gracias a las diferentes huellas de los años fastos de los bañistas, las guinguettes, las casas de veraneo o incluso los deportes náuticos.
Comenzando por admirar un Ayuntamiento tipo III República, este es un paseo que se anuncia emocionante. El camino marca la calle de los 100 escalones y continúa en una parte de los 3 km de bordes de Marne que van desde la Pasarela de Bry hasta el puente de Bry-sur-Marne.
La visita está abierta a todas las edades, la única dificultad en el recorrido se sitúa en el nivel de los "100 escalones" en el sentido del descenso.